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En noviembre del 2014, Mireia, una joven pastelera de la escuela de cocina Hoffmann y su madre, Sara, una apasionada de los tés, unieron fuerzas para abrir una pastelería y cafetería en la capital catalana.

Cuando entré por la puerta de Or Verd Barcelona y conocí a Mireia, la intuición me dijo que no sólo nos unía el nombre. Y no iba nada equivocada.
La historia de este bonito local con toques vintage salió del libro, “Oro Verde, el imperio del té”, que explica la aventura que vivieron una madre y un hijo cuando descubrieron las inmensas plantaciones de té en el continente africano. Y el elefante, que es el animal sagrado y símbolo de la buena suerte, acompañó a las dos chicas en este largo viaje hacia el mundo de la restauración.
Con la mejor receta del mundo que es el esfuerzo, primeras materias de calidad y mucho de amor en la cocina, Mireia elabora diariamente una gran variedad de dulces para todo el mundo. Dentro de su carta encontramos los clásicos de la pastelería americana; como la Red Velvet y el Carrot Cake. Para los más selectos, hay Lemon pie, con un toque secreto de la casa que lo hace delicioso y la Sacher. Para los más chocolateros, como yo, tienen dos variedades de pasteles de chocolate que son los únicos que varían según el día, el Cheesecake de chocolate negro y el Cheesecake marmolado, que combina chocolate negro y blanca. Pero si tenemos que hablar de la recomendación o estrella de la casa, os presentamos su Cheesecake de fresas y pistachos. ¡Deja sin palabras a cualquiera! Si preferís, también podéis probar sus cookies con chips de chocolate o el brownie, mientras tomáis uno de los tés que Sara ha traído de todo el mundo por vosotros.
En la carta salada, encontramos platos muy interesantes, como la ensalada de pasta con huevo poche o ensalada de verduras y fresas con queso, tostadas y bocadillos con el pan del Horno Balmes, y muchas cosas más.

Descubrir locales como este, es el que nos gusta de nuestro trabajo y podéroslos presentar todavía nos gusta más. Espero que os guste tanto como mí!